No abrirles espacio a las comidas: una práctica muy común es no comer cuando sabemos que vamos a ir a una novena. Pero esto no es muy bueno para nuestra salud, además por lo general terminamos comiendo mucho más. Por eso lo mejor es tener cada comida con buenas porciones de proteína y vegetales.
El tamaño importa: un truco que podemos usar para engañar a nuestro cerebro es usar platos pequeños. Cuando vemos la comida en platos pequeños logramos tener la sensación de llenura mucho más rápido y por ende comemos menos.
Dulces con moderación: sabemos que es imposible no caer en la tentación de los dulces navideños. Pero es importante que tú y tu familia los coman con moderación. Puedes sustituir alguno de estos dulces por otras opciones como pinchos de pancakes y frutas ¡Deliciosos y naturales!